
Cada 14 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Costurera, un oficio antiguo que se fue desarrollando con el paso de los años y tradicionalmente solo lo desempeñaban las mujeres. Cabe destacar, que las primeras especies humanas utilizaban pieles de animales como vestimenta, que al expandirse por otros lugares del mundo, de acuerdo con el clima que se toparon, necesitaban prendas diferentes para evitar pérdida de calor corporal.
Y conforme pasó el tiempo, estas vestimentas necesitaban ser más complejas, este cambio se empareja con la propia evolución humana y el entorno que habitaban, tenemos entendido que el clima en aquellas épocas era más frío que el de la actualidad.
Hace 20 mil años, existieron las primeras especies humanas, los Homos Sapiens, por ejemplo, quienes marcaron una revolución en donde ya sabían fabricar hilos y bordados con fibras de animales o vegetales, que servían para cocer piezas más pequeñas de piel aumentando la eficiencia en el diseño de la ropa.
Para 1675, muchos años después, Luis XIV había establecido un gremio de costureras en París debido a que existía una gran demanda de artesanos especializados en el oficio. Durante el Siglo XIX, la clase burguesa adinerada comenzó a generar un gran interés en la moda en toda Europa, aumentando la demanda en la creación y confección de prendas de vestir que permitió a las costureras desarrollarse por cuenta propia, cosa que tenían prohibida, cabe recalcar.
Posteriormente con el avance de la industria textil la oferta de tejidos se diversificó y se abarató aumentando las confecciones manuales, a principios de Siglo XX ya era común que las mujeres se dedicaran la costura, sobre todo en las clases menos favorecidas.
A las mujeres se les enseñaba desde pequeñas el oficio para que pudieran realizar sus propias prendas y otros artículos del hogar. También fue la época en la que muchas niñas se fueron a trabajar a las grandes ciudades para incorporarse a los talleres de costura y trabajar para patrones particulares, las más afortunadas lograban aprender del oficio y poner su propio establecimiento.
Las menos favorecidas fueron aquellas que trabajaron en fábricas durante jornadas excesivas, afectando en mucho su salud con enfermedades circulatorias y pulmonares. Afortunadamente, la situación cambió con el tiempo, producto de luchas, protestas, y cambios a nivel industrial y tecnológico.
Es por eso 14 de octubre se celebra el Día de la Costurera en muchos países del mundo, como muestra del agradecimiento a estas mujeres por su ardua y diaria labor creando y confeccionando prendas de vestir. Aunque es difícil encontrar el origen y el año de celebración exactos por la carencia de fuentes y datos oficiales, esta fecha suele celebrarse en la industria textil y los sindicatos.